miércoles, 24 de marzo de 2010

Cenizas.

Sobre la arena, y cerca de aquel mar, todas las veces el mismo, todas las veces diferente, esa tarde, sin saberlo y sin creerlo, mentí una vez más:

Ven, vamos a encender el fuego.
¡Que las llamas suban hasta el cielo,
cuando en ellas ardan,
tantos errores, ...y tanto miedo!

Cuando ellas se unan a las estrellas,
marcarán un camino.
Y amanecerá sobre las cenizas,
de aquello que fué, pero no ha sido.

Ven, que tu tiempo corre, y el mío se acaba.
Vamos a caminar, hasta que atrás, quede la pena.

.

5 comentarios:

  1. ¿Por que será que el hombre (en genérico) no puede dejar de mentir ni aún cuando se propone no hacerlo?

    ¿estaremos enfermos de falsedad?

    Saludos

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  2. Para que la mentira sea convincente hay que creerla antes...

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  3. Aquello que fué pero no ha sido no puede arder precisamente por no haber sido y también por eso es imposible dejar atrás la pena de lo que fué sin ser.

    Un gran abrazo

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  4. Dragón: Yo diría que no hay verdades universales. Y es casi lo mismo...
    Mechi: absolutamente, superconvencido, de que es como uno cree.
    Tisbe: Aquel fué un amanecer gris, en el que no brilló el sol. Fué un amanecer, pero querías ver el sol salir. Fué amor trágico, y no feliz. Fué amor, pero querías que te llenara de dicha.

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  5. ¡Muy bien retrucado!

    Saludos

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Letra chica

Aqui solo escribo ficción, y cualquier similitud o coincidencia con la realidad, solo es casualidad. ¿Quien puede decir cuando realidad y ficción se parecen? ¿Cuando coinciden? Yo solo diré que jamás he logrado separar la una, de la otra...

Entre el cielo y el infierno.

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Voy por la calle de los sueños...