No se cuantas almas tengo.
Tengo la que errante esperó
por Asfódelos, Tártaro, o Elíseo.
No se cuantas almas tengo.
Tengo la que no dejó el cuerpo
con la décima plaga, en Egipto,
y se liberó en él.
Y también tengo la que siguió
al hombre de Nazareth.
Como extranjero leo mis paginas,
y te busco, a modo de respuesta.