Anoche descendió la niebla,
y con ella, tu que has venido a verme.
Pero el reencuentro no fué solamente contigo,
pues tu traes aquellas cosas mías que estaban lejos.
Y con ellas y contigo,
lo que añoraba tanto sin haberme dado cuenta.
y así me descubro inventando palabras,
queriendo esconderme bajo aquel sol,
para que me encuentres,
y para volver a encontrar la razón,
de todo.