Era de noche y dije: “Lo siento, tengo que irme”.
Noche en mi vida, y de mi alma, ¿cómo escaparme?
Me pregunto, para quien he vivido, y para quien he muerto.
Para quien me he ido, y para quien me he quedado.
Para quien me he dado el tiempo, y para quien no he llegado a tiempo.
En este lugar nadie canta, nadie baila, sólo escuchan y sus mentes viajan.
Días que nos encontraron juntos, juntos aquella noche, juntos en el mismo barco,
polizontes en un viaje sin retorno, hacia otra vida juntos, ¿a donde fueron?
Si el amor duele, dime porque aún buscas en él.
Si el amor gana, dime porque nos perdemos otra vez.
Que bueno poder encontrar las respuestas, y poder usarlas...
ResponderEliminarTodo lo humano está cubierto por un manto de dolor, y de placer, por eso seguimos buscando, una y otra vez sin importar lo que antes hayamos sufrido, o disfrutado.
ResponderEliminarSaludos
Mechi: Sería buenísimo, por un lado, pero por otro... ¿no haría todo menos ...emocionante?
ResponderEliminarDragón: Un manto de dolor, uno de placer, ...y un enorme manto de indiferencia.
De las noches de alma y vida solo se escapa cuando dentro de nosotros se enciende un nuevo día,mientras,da igual lo tarde que se te haga no puedes irte,llevas la noche puesta contigo a donde vayas.
ResponderEliminarEl amor gana cada vez que nos perdemos en él y ganamos nosotros cuando no perdemos las ganas de seguir buscando esa mano en la que triunfando el amor,no perdamos nosotros.
Un abrazo
tisbe:
ResponderEliminar"...llevas la noche puesta contigo a donde vayas..." A veces parece que es así. Pero si, tambien creo que no hay que perder las ganas... Las ganas de desear, querer y hacer. Son las ganas... de vivir ¿no?
Si, la indiferencia es el otro 33,33% de lo humano.
ResponderEliminarSaludos