Las ruedas gimieron cuando tocaron la pista y el 737
se empeñó en frenar. Así comenzó el final. A una hora de vuelo quedaron
en silencio los ecos de las disertaciones y los powerpoints del congreso. Los cromosomas de tu flor
apasionada y mis flores que unieron el silencio andino y la exuberante
selva del brasil. ¿Te vienen a buscar? te pregunté. No... ¿Quien me va a
venir a buscar? Me voy en taxi. Y te fuiste con tu tubo de posters, tu cartera y
tu bolso al hombro, diciendome Chau! nos vemos en el Lab. Entonces
comencé a caminar, solo, en la multitud que llenaba el aeropuerto...
"...Por las noches entras en mis sueños
como si vinieras a tu propio jardin
Aunque creciesen mis alas,
yo no me voy de tu lado
Si existe Dios..."
Haris Alexiou me canta Θεός αν είναι (Si dios existe) ...y no, hoy no existe Dios.
compleja y bella tu entrada
ResponderEliminartiene el misterio de tus palabras
ResponderEliminarEs que el jardín sólo puede estar vivo, bello y despierto si alguien riega sus flores y sobre todo... Les da sentido y esencia.
ResponderEliminarUn abraz✴
Siempre en las Bitácoras de Vuelo
ResponderEliminarfigura alguna pérdida o una melancolía