Esta noche, en las redes de una hechicera,
está enredando otra noche como esta.
No pienses en mares lejanos,
que los barcos nunca nos llevarán.
Ninguno verá los grandes puertos,
solo miraremos a otros embarcar,
en silencio, y en la rada.
¿Puede ser que seamos tan desafortunados?
¿Hay que culpar al mundo, o solamente a nosotros?
Nuestras entrañas se están quemando como con fuego,
pero digo que al demonio embotellado que he bebido hay que culpar.
Tiraré mi cama al mar,
para dormir en el suelo,
y unir mi sueño al polvo,
en donde alguna vez quedaron tus huellas,
y en lo que se convirtió, el tiempo en que amé.
Te escucho respirar, pero no estás cerca.
Buenas noches, deja que la noche ruede,
que besaré tus ojos, cada amanecer.
En mi sueño.
Quiero que sepas que por esta bella poesía: ¡Te aplaudo de pie!
ResponderEliminarY que si algún día publicas un libro con todas ellas, yo quiero uno.
Saludos
No había dibujado esa idea, pero si algún día lo hago... lo tendrás.
ResponderEliminargracias, y saludos.