Si envejecí y con la vida me peleé,
reflejado en tus ojos, cambio.
Vuelvo a ser un niño.
Y el fuego extinto es el fenix.
Soy esa fuerza incontenible y suave,
atrapada en tu miel, y en tu risa.
Las luces en la noche de Quito,
evocan aquellas,
a ésas que no se pueden apagar ya.
Memoria y transformación. No somos lo que fuimos, no somos lo que seremos. ¿Qué somos? ¿Somos?
ResponderEliminarSaludos
J.
A veces somos como ...recuerdos del futuro. Y casi siempre somos ...una ilusión, que es, sin haber sido.
ResponderEliminarMe gusta eso de ser como peter pan
ResponderEliminarSi. Peter Pan. No hay que crecer, ni envejecer... jaJAja.
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