Dejó caer la blusa y quedó erguida frente a el. El bajó hasta quedar en cuclillas y le tocó suavemente los talones con las manos y mientras se erguía, recorrió casi sin tocarla, rozando apenas sus piernas con los dedos, desde los talones hasta los hombros, la línea ahora imaginaria que tendrían aquellas medias antiguas.
Cuando llegó a las curvas de la cadera ya concentraban la energía del universo erizando la piel y cuando llegó a los hombros, sumergidos en la profundidad, mirándose a los ojos desde el primer instante, sintieron tensarse a cada uno de sus músculos cuando la penetró. Entonces el cosmos los hizo uno. Habían esperado durante cuatro millones de años ese encuentro.
¿cuatro millones de años? como no sean años luz...
ResponderEliminarintenso encuentro.
Saludos y feliz fin de semana.
Ah... cuenta la leyenda, que en ese tiempo y durante muchas generaciones, es que hemos ido errando por este mundo. Cada uno en su propia isla. Desde tal noche de los tiempos esperamos el encuentro... encuentro para el cual hemos sido predestinados.
EliminarSaludos y buena semana...
Ese momento ni en un millón de años podría olvidarlo ... Parece que hay quien te regala guirnaldas de flores en la cabeza cuando simplemente escoge quedarse contigo aunque no sea para siempre...
ResponderEliminar... si nada es para siempre, la intensidad bien vale la eternidad...
EliminarPD: yo tampoco podría...
Me he enamorado de este relato.. es sensualidad pura, tu lenguaje poético es precioso!
ResponderEliminarY a mi me ha encantado que te enamore. Que lo digas me da ganas de escribir.
EliminarPrecioso escrito...es vivirlo en cada letra
ResponderEliminarAbrazos
Gracias por pensar y sentir eso. Y por decirlo. Abrazos!
Eliminar4 millones de años, describes la constancia de la luz cuando parece que todo de apaga... Y de pronto surge , cuando menos lo esperas... Esa llama...
ResponderEliminarConexión física, mental... De alma a alma.
Un abraz✴ .... De luz
Esa llama... La llama. La conexión. Esa conexión del alma requiere del cuerpo, del espíritu y de la razón. Sin eso, no es...
EliminarAbrazo a la luz... de la luna.
Hermoso, me encanta ese sentido sagrado, de encuentro místico y santo, lleno de amor.
ResponderEliminarAlgunos esperamos por mucho a ese otro que nos completa.
Es un todo que no puede separarse en partes, nada es lo meramente físico, sin lo espiritual. Y si, a veces es la vida misma, la espera por ese encuentro...
ResponderEliminarY a mi me ha encantado que lo hayas sentido asi, y que lo hayas dicho aquí...