Así había elegido llegar, e irme. Por Mar. Como alguna vez hace mucho tiempo me fuí, sin aún ser yo, y como volveré muchas veces, o al menos una, cuando la hora en que me deba ir definitivamente llegue, si es que aún yo puedo elegir.
El ferry de Minoan Lines que me llevaría a Venecia esperaba su hora de partida del Puerto de Patras, y me imaginé esa espera por mi, como la de la carroza fúnebre que espera en la puerta de la Iglesia por su pasajero. Es curioso como los puertos, no importa que clase de naves sean las que arriben o partan de ellos, me pueden hacer feliz, o sumirme en la tristeza, al llegar, o al partir. Diez días atrás, el puerto de Patras me había visto llegar feliz, y ahora veía partir mi tristeza.
Me llevaba la historia que había ido a buscar, y amontonados en unos cuantos megabits de borradores, fotos y voces, iban trenzados el amor y la muerte, en las entrañas de la notebook.
Y tambien conmigo se iba mi historia y la de ella, nuestra historia, la que había comenzado unas semanas atrás con un email, y que hoy parecía terminar con una promesa. Las dos historias, aquella por la que había ido, y la nuestra, se juntaron en un lugar profundo del corazón, uno de esos, de los que cuando quieres ponerle un nombre, te das cuenta que no hay ninguno que le va.
El barco hizo sonar sus sirenas, vibró más fuerte, y cuando comenzó a moverse, la gente gritó y saludó. Aunque me mordí los labios, no pude evitar las lagrimas que rodaron por mi cara, y que el viento secó. Cuando Patras desapareció, y el Peloponeso todo se perdió en el horizonte, la bruma marina había humedecido mi cara, y cual las dos historias confundidas, mis labios tenían gusto a sal, y ya no podía saber yo, si era la sal del Mediterráneo, o la de mi pena.
"...Río amargo dentro mío
la sangre de tu herida,
pero más amargo que la sangre,
el beso de tu boca,
pero más amargo que la sangre,
el beso de tu boca.
Es grande la costa,
es larga la ola,
es grande la pena,
y es amargo el daño y la verguenza.
Río amargo dentro mío
la sangre de tu herida,
pero más amargo que la sangre,
el beso de tu boca,
pero más amargo que la sangre,
el beso de tu boca.
No sabes lo que son
las frías noches sin luna,
sin saber cuando el dolor te tomará.
Río amargo dentro mío
la sangre de tu herida,
pero más amargo que la sangre,
el beso de tu boca,
pero más amargo que la sangre,
el beso de tu boca..."
Καημός [Kaimós] (Pena)
Στίχοι: Δημήτρης Χριστοδούλου (Versos: Dimitris Hristodoulou)
Μουσική: Μίκης Θεοδωράκης (Música: Mikis Theodorakis)
Μουσική: Μίκης Θεοδωράκης (Música: Mikis Theodorakis)
Ποτάμι μέσα μου πικρό
το αίμα της πληγής σου
κι από το αίμα πιο πικρό
στο στόμα το φιλί σου
το αίμα της πληγής σου
κι από το αίμα πιο πικρό
στο στόμα το φιλί σου
κι από το αίμα πιο πικρό
στο στόμα το φιλί σου
στο στόμα το φιλί σου
Είναι μεγάλος ο γιαλός
είναι μακρύ το κύμα
είναι μεγάλος ο καημός
κι είναι πικρό το κρίμα
Ποτάμι μέσα μου πικρό
το αίμα της πληγής σου
κι από το αίμα πιο πικρό
στο στόμα το φιλί σου
είναι μακρύ το κύμα
είναι μεγάλος ο καημός
κι είναι πικρό το κρίμα
Ποτάμι μέσα μου πικρό
το αίμα της πληγής σου
κι από το αίμα πιο πικρό
στο στόμα το φιλί σου
κι από το αίμα πιο πικρό
στο στόμα το φιλί σου
Δεν ξέρεις τι ‘ναι παγωνιά
βραδιά χωρίς φεγγάρι
να μη γνωρίζεις ποια στιγμή
ο πόνος θα σε πάρει
Ποτάμι μέσα μου πικρό
το αίμα της πληγής σου
κι από το αίμα πιο πικρό
στο στόμα το φιλί σου
στο στόμα το φιλί σου
Δεν ξέρεις τι ‘ναι παγωνιά
βραδιά χωρίς φεγγάρι
να μη γνωρίζεις ποια στιγμή
ο πόνος θα σε πάρει
Ποτάμι μέσα μου πικρό
το αίμα της πληγής σου
κι από το αίμα πιο πικρό
στο στόμα το φιλί σου
κι από το αίμα πιο πικρό
στο στόμα το φιλί σου
στο στόμα το φιλί σου
Que hermoso mikk, casi me puedo ver en esa historia, en tu lugar...
ResponderEliminarEn toda historia siempre hay cosas lindas, imágenes, escenarios, sonidos, sensaciones, sentimientos... Pero tambien, hay todas esas cosas, que no son lindas, que son amargas. Todo eso no es más que la vida de unos, y de otros, y de todos...
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