viernes, 1 de febrero de 2008

Tecnología

Uno a uno mis dedos de la mano izquierda se cerraron sobre la madera, y ya dejé de tener dedos y mano. Algunas luces se encienden suaves y una aguja roja pega un salto. Despierto. Dejo de tener cuerpo, siento la vibración imperceptible en la médula. No tengo piernas y pies, la energía fluye por mi lado derecho y la libero con el izquierdo. Pestañeo. No tengo oidos, siento el metal razgar al viento y el caucho sintético girar en el asfalto. Quemamos 6,1 mililitros de nafta de 98 octanos , y algunos miligramos de glucosa por segundo, Nuestra fuerza equivale a la de doscientos veinticuatro caballos. Y ahora Frankfurt se aleja a 196 kilometros por hora, la Autobahn es un suspiro, que se ve cada vez más angosta por delante. Algunas cosas aparecen y desaparecen como iluminadas por un flash. Solo siento lo que está en la trayectoria. Y en la trayectoria solo hay espacio que penetro, mientras que como en un rumor lejano, escucho a los miles de litros de dioxido de carbono y vapor de agua haciendo vibrar el aire al liberarse. Todo mi tiempo no existe, ahora son los 228 kilometros por hora que quedan atras. Soy feliz. Lo disfruto. No sé definir un límite entre donde termino yo, y comienza la maquina. Así era por que tu no estabas en Edenkoben. Hoy solo podría sentir así, si al final de la autopista, me esperaras tu.

4 comentarios:

  1. Pasa que a algunos les da miedo la velocidad :S

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  2. Ah... yo creo que más tiene que ver con las circunstancias: A mi me da miedo cuando alguien se cree Schumacher corriendo en Mónaco, y se lanza en autopistas urbanas o interurbanas, incluso rutas, en vehiculos no preparados para esas velocidades, y sobre asfalto y condiciones tampoco adecuadas. Y demasiadas veces, incluso bajo los efectos de algún psicofármaco, además de la estupidez.
    Ahora, conducir un Audi A3 y llevarlo al límite, sobre los carriles sin límite de velocidad de la Autobahn, me produce mucho placer. Yo creo que es cuestion de ubicarse y respetar las normas. Si algo puedo decir a favor de ésto es que en los últimos diez años, si sumo el kilometraje de los cuatro autos que tuve (y el que tengo ahora) dan más de 600.000 km, todos aqui, en rutas calles y autopistas argentinas, y además unos 80.000 en Europa, sin nunca un accidente ni un siniestro denunciado a las aseguradoras, y además, sin problemas mecánicos. -Y una sola fotomulta en chascomús, por ir a 84 km/h donde la máxima era 80 km/h- ...jaJAjaja. Me dicen que tengo el mejor de los ángeles de la guarda, yo solo digo que lo ayudo un poco con sentido común.

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  3. Lo primero que viene a mi mente es "Asimov", las charlas sobre autos que manteníamos con un viejo amigo y la manera en que se mezclaban ambos temas.
    Le agradezco por participar en ukutemas y espero que algún día acepte preguntar como blogger invitado.

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  4. Guau. Aunque tal vez tenga más que ver con los complejos mecanismos quimio-eléctricos... todo un honor que mi relato de la corrida en el A3 hacia Edenkoben, evoque a Asimov.
    Aceptaré.

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Letra chica

Aqui solo escribo ficción, y cualquier similitud o coincidencia con la realidad, solo es casualidad. ¿Quien puede decir cuando realidad y ficción se parecen? ¿Cuando coinciden? Yo solo diré que jamás he logrado separar la una, de la otra...

Entre el cielo y el infierno.

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